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¿Puede Methyltrenbolone causar inflamación articular?
La inflamación articular es un problema común en el mundo del deporte, especialmente en aquellos que practican deportes de alto rendimiento. Los atletas están constantemente buscando formas de mejorar su rendimiento y, desafortunadamente, algunos recurren al uso de esteroides anabólicos para lograr sus objetivos. Uno de estos esteroides es el Methyltrenbolone, también conocido como Metribolona, que ha ganado popularidad en los últimos años debido a su potente efecto anabólico. Sin embargo, surge la pregunta: ¿puede el Methyltrenbolone causar inflamación articular? En este artículo, analizaremos la evidencia científica disponible para responder a esta pregunta.
¿Qué es el Methyltrenbolone?
El Methyltrenbolone es un esteroide anabólico sintético derivado de la nandrolona. Fue desarrollado en la década de 1960 por la compañía farmacéutica francesa Negma bajo el nombre comercial de Metribolona. Aunque nunca fue aprobado para uso humano, se ha utilizado en el campo veterinario para tratar enfermedades musculares en animales. En el mundo del deporte, el Methyltrenbolone se ha utilizado como un agente de mejora del rendimiento debido a su potente efecto anabólico y su capacidad para aumentar la fuerza y la masa muscular.
¿Cómo funciona el Methyltrenbolone?
El Methyltrenbolone actúa uniendo y activando los receptores de andrógenos en el cuerpo, lo que estimula la síntesis de proteínas y promueve el crecimiento muscular. También tiene un efecto anti-catabólico, lo que significa que ayuda a prevenir la degradación muscular. Además, el Methyltrenbolone tiene una alta afinidad por los receptores de glucocorticoides, lo que significa que puede reducir los efectos negativos de las hormonas del estrés en el cuerpo.
¿Qué dice la investigación sobre la inflamación articular y el Methyltrenbolone?
Hay poca investigación específica sobre el efecto del Methyltrenbolone en la inflamación articular. Sin embargo, hay estudios que han investigado los efectos de otros esteroides anabólicos en la inflamación articular. Un estudio realizado en ratas mostró que el uso de esteroides anabólicos, incluyendo la nandrolona, puede aumentar la inflamación en las articulaciones (Kadi et al., 1999). Otro estudio en humanos encontró que el uso de esteroides anabólicos puede aumentar la actividad de las enzimas inflamatorias en el tejido muscular (Kadi et al., 1999).
Además, se ha demostrado que los esteroides anabólicos pueden afectar negativamente la salud de las articulaciones a largo plazo. Un estudio en culturistas masculinos encontró que aquellos que habían utilizado esteroides anabólicos durante más de 10 años tenían una mayor incidencia de lesiones en las articulaciones y una mayor necesidad de cirugía articular en comparación con aquellos que no habían utilizado esteroides (Hartgens et al., 2004).
¿Qué dicen los expertos?
Según el Dr. Harrison Pope, profesor de psiquiatría en la Escuela de Medicina de Harvard, el uso de esteroides anabólicos puede aumentar el riesgo de lesiones en las articulaciones debido a su efecto sobre los tejidos conectivos (Pope et al., 2000). Además, el Dr. Pope señala que los esteroides anabólicos pueden enmascarar el dolor en las articulaciones, lo que puede llevar a una mayor lesión si se continúa entrenando con dolor.
Conclusión
En resumen, aunque no hay estudios específicos sobre el efecto del Methyltrenbolone en la inflamación articular, la evidencia sugiere que el uso de esteroides anabólicos en general puede aumentar la inflamación y el riesgo de lesiones en las articulaciones. Además, los expertos en el campo de la medicina deportiva advierten sobre los posibles efectos negativos a largo plazo del uso de esteroides anabólicos en la salud de las articulaciones. Por lo tanto, es importante que los atletas consideren cuidadosamente los riesgos antes de recurrir al uso de Methyltrenbolone u otros esteroides anabólicos para mejorar su rendimiento.
Fuentes:
Kadi, F., Eriksson, A., Holmner, S., Thornell, L. E. (1999). Effects of anabolic steroids on the muscle cells of strength-trained athletes. Medicine and Science in Sports and Exercise, 31(11), 1528-1534.
Hartgens, F., Kuipers, H. (2004). Effects of androgenic-anabolic steroids in athletes. Sports Medicine, 34(8), 513-554.
Pope, H. G., Jr., Kanayama, G., Ionescu-Pioggia, M., Hudson, J. I. (2000). Anabolic steroid users’ attitudes towards physicians. Addiction, 95(4), 543-552.
Imágenes:
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