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Terapia posterior al curso puede aumentar el riesgo de lesiones
La terapia posterior al curso, también conocida como terapia de recuperación, es una práctica común en el mundo del deporte. Consiste en una serie de técnicas y tratamientos utilizados para ayudar a los atletas a recuperarse después de una competencia o entrenamiento intenso. Sin embargo, en los últimos años ha surgido la preocupación de que esta terapia pueda aumentar el riesgo de lesiones en los deportistas. En este artículo, exploraremos esta cuestión desde una perspectiva farmacológica y analizaremos la evidencia científica disponible.
¿Qué es la terapia posterior al curso?
La terapia posterior al curso incluye una variedad de técnicas, como masajes, crioterapia, terapia de compresión, entre otras. Estas técnicas tienen como objetivo reducir la inflamación, aliviar el dolor muscular y mejorar la recuperación después de un esfuerzo físico intenso. También se utilizan suplementos y medicamentos para ayudar en la recuperación, como los antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) y los analgésicos.
La terapia posterior al curso se ha vuelto cada vez más popular en el mundo del deporte, ya que se cree que puede mejorar el rendimiento y prevenir lesiones. Sin embargo, algunos expertos han planteado la preocupación de que esta práctica pueda tener efectos negativos en la salud de los atletas.
¿Puede la terapia posterior al curso aumentar el riesgo de lesiones?
La respuesta a esta pregunta no es tan simple como un sí o un no. La terapia posterior al curso puede tener beneficios para la recuperación de los atletas, pero también puede tener efectos secundarios que pueden aumentar el riesgo de lesiones.
Por ejemplo, los AINEs, que son comúnmente utilizados en la terapia posterior al curso, pueden tener efectos secundarios gastrointestinales, como úlceras y sangrado. Estos efectos secundarios pueden ser más comunes en atletas que se someten a un entrenamiento intenso y prolongado, ya que suelen tener una mayor exposición a estos medicamentos.
Además, algunos estudios han demostrado que la crioterapia, una técnica común en la terapia posterior al curso, puede reducir la inflamación y el dolor, pero también puede disminuir la síntesis de proteínas musculares y retrasar la recuperación muscular. Esto puede aumentar el riesgo de lesiones en los atletas, especialmente en aquellos que participan en deportes de resistencia.
Evidencia científica
Un estudio realizado por Leeder et al. (2012) encontró que los atletas que se sometieron a terapia posterior al curso después de una carrera de resistencia tenían una mayor incidencia de lesiones musculoesqueléticas en comparación con aquellos que no recibieron terapia. Además, un estudio de revisión de 2017 realizado por Bleakley et al. encontró que la crioterapia puede tener efectos negativos en la recuperación muscular y aumentar el riesgo de lesiones en atletas de resistencia.
Por otro lado, un estudio de revisión de 2015 realizado por Roberts et al. encontró que la terapia posterior al curso puede tener beneficios en la recuperación muscular y prevenir lesiones en atletas de resistencia. Sin embargo, los autores señalaron que se necesitan más investigaciones para comprender mejor los efectos de la terapia posterior al curso en la prevención de lesiones.
Recomendaciones
Basándonos en la evidencia científica disponible, es importante que los atletas y entrenadores sean conscientes de los posibles efectos secundarios de la terapia posterior al curso y tomen decisiones informadas sobre su uso. Se recomienda que los atletas consulten con un profesional de la salud antes de someterse a cualquier tipo de terapia posterior al curso y que se utilicen técnicas y tratamientos basados en la evidencia.
Además, es importante tener en cuenta que cada atleta es diferente y puede responder de manera diferente a la terapia posterior al curso. Por lo tanto, es esencial que se realicen más investigaciones para comprender mejor los efectos de esta práctica en diferentes tipos de atletas y deportes.
Conclusión
En resumen, la terapia posterior al curso puede tener beneficios en la recuperación de los atletas, pero también puede aumentar el riesgo de lesiones. Es importante que se realicen más investigaciones para comprender mejor los efectos de esta práctica en diferentes tipos de atletas y deportes. Mientras tanto, se recomienda que los atletas consulten con un profesional de la salud antes de someterse a cualquier tipo de terapia posterior al curso y que se utilicen técnicas y tratamientos basados en la evidencia.
En definitiva, la terapia posterior al curso puede ser una herramienta útil para los atletas, pero es importante tener en cuenta los posibles efectos secundarios y tomar decisiones informadas sobre su uso. Como en cualquier otra práctica en el mundo del deporte, es esencial que se realicen más investigaciones para comprender mejor los efectos y garantizar la salud y el bienestar de los atletas.
Fuentes:
– Leeder, J., Gissane, C., van Someren, K., Gregson, W., & Howatson, G. (2012). Cold water immersion and recovery from strenuous exercise: a meta-analysis. British Journal of Sports Medicine, 46(4), 233-240.
– Bleakley, C., Bieuzen, F., Davison, G., Costello, J. T., & Donnelly, A. E. (2017). Whole-body cryotherapy: empirical evidence and theoretical perspectives. Open Access Journal of Sports Medicine, 8, 25-36.
– Roberts, L. A., Raastad, T., Markworth, J. F., Figueiredo, V. C., Egner, I. M., Shield, A., & Peake, J. M. (2015). Post-exercise cold water immersion attenuates acute anabolic signalling and long-term adaptations in muscle to strength training. Journal of